En estos momentos, si se está vacunado se puede viajar sin problema por cualquier país que pertenezca a la Unión Europea. También fuera se van relajando las restricciones y se puede volver a disfrutar de destinos increíbles para pasar unas vacaciones culturales o relajantes.
Francia, nuestro país vecino, es magnífico para pasar unos días en el plan que más te guste. Para estar cerca de la naturaleza, visitar ciudades y pueblos con mucha historia o simplemente para descansar. Tiene ciudades indudablemente mágicas como es su capital París y lugares preciosos para descubrir. En esta guía de la Polinesia francesa puedes encontrar información muy interesante si te interesa para tu siguiente destino vacacional.
La Polinesia francesa es uno de esos destinos que tienen una combinación perfecta para relajarse y maravillarse con la naturaleza. Hoy en día, sigue siendo una de sus colonias, o como lo llaman más específicamente, colectividad francesa en ultramar.
Destinos muy especiales para visitar en Francia
Si no conoces París, sin duda es un sitio que tienes que visitar al menos una vez en la vida. Es una de las ciudades más bellas, románticas y legendarias del viejo continente. La ciudad de la luz tiene monumentos históricos como la catedral de Notre Dame, el Arco del Triunfo, la basílica del Sacré Coeur, barrios tan pintorescos como Montmartre, el espectacular museo del Louvre y por supuesto, su emblemática Torre Eiffel.
La Costa Azul siempre ha tenido una gran fama con ciudades tan importantes como Niza, Cannes o St. Tropez, preciosas para pasar unos días de relax, pero la isla de Córcega es un mundo aparte. Bañada por las aguas turquesas del mar Mediterráneo, es un lugar repleto de misterios, con rincones secretos que guardan historias de naufragios, panorámicas de una fantástica belleza natural considerada Patrimonio de la Humanidad y es la cuna de Napoleón.
Si hablamos de aguas cristalinas hay que mencionar la Polinesia francesa, pura magia. Ofrece maravillas con las que disfrutar como la posibilidad de ver ballenas, delfines, tiburones y multitud de animales marinos, además de poder realizar cualquier deporte acuático. Viajar a la Polinesia francesa no es un viaje que se considere barato, pero ofrecen diversas posibilidades a precios asequibles para alojamientos familiares y la opción de bonos de avión entre las islas.
De vuelta al continente europeo, Francia esconde maravillas como la Provenza y sus campos de lavanda. Una fotografía de un lila tan intenso y extraordinario que parece estar sacada del cuadro de algún famoso pintor francés. Aunque para disfrutar de ese espectáculo hay que visitar la zona a mediados de junio o agosto.
La zona del sur de Francia también guarda un tesoro espectacular como es Carcassonne, el pueblo medieval más conocido del mundo. Tanto su ciudadela como la Ciudad Baja fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Hacia el noreste, encontramos los increíbles paisajes de Normandía. En sus playas se llevó acabo uno de los acontecimientos más importantes de la historia, cuando el 6 de junio de 1944 ciento sesenta mil soldados cruzaron el Canal de La Mancha para liberar los territorios franceses ocupados por la Alemania nazi.
Allí también puedes maravillarte en una pequeña isla rocosa del estuario del río Couesnon, donde se encuentra la abadía del Monte Saint-Michel. Este sitio es el segundo lugar más visitado de Francia por detrás de París.
Nuestro país vecino atesora cientos de encantos en todo su territorio. Ciudades que son historia viva de la humanidad por sus monumentos, museos y palacios, pero si no te pareciera suficiente, puedes disfrutar de sus excelentes vinos y quesos, al igual que de su exquisita repostería.