Durante las últimas décadas el mundo ha vivido un auge sin precedentes de este tipo de oferta vacacional. Los principales puertos de destino a lo largo del Atlántico y el Mediterráneo han preparado sus infraestructuras para recibir a los visitantes. Y las navieras han venido construyendo auténticas joyas; verdaderas ciudades flotantes para miles de pasajeros y repletas de posibilidades de ocio. Una vez se ha dejado atrás lo peor de la pandemia, se vuelven a recuperar cifras pretéritas. En 2022 se alcanzaron los 38,6 millones de pasajeros para Europa y el Mediterráneo, recibiendo España nada menos que 7,3 millones. Se prevé que en 2023 sólo el Mediterráneo reciba 48,6 millones de cruceristas. Pero… ¿por qué escoger un crucero para tus vacaciones?
Primera razón: visitar muchos destinos sin complicaciones de ningún tipo
El crucero permite realizar recorridos largos y parar en muchas ciudades de forma rápida y segura. Las rutas están perfectamente planificadas de antemano y se evitan las complicaciones que tendrían lugar en un viaje por tierra. No solo visitarás multitud de ciudades y ambientes, sino también diversos países. Incluso puedes dar una vuelta al mundo con CrucerosPlus. Esta es una opción inmejorable para quienes desean variedad y un viaje lo más completo posible. ¿Imaginas visitar Mallorca, Ibiza, Barcelona, Cannes, Livorno, Roma, Nápoles y Cagliari en unos pocos días? Pues esta es una de las innumerables rutas que existen.
Segunda razón: todo a tu disposición y a unos pocos pasos
En el interior de los nuevos cruceros, la oferta de ocio y servicios es enorme. Y no echarás en falta absolutamente nada. Veámos este punto detalladamente.
- Descanso y bienestar personal.
Hay camarotes de diversas clases y comodidades: familiares, de lujo, con balcones, con vistas al mar… la oferta es tan amplia como la de cualquier hotel. En algunos casos, incluso, se dispone de gimnasios, spa y servicios de masaje. - Ocio.
Piscinas con toboganes y actividades, áreas de relajación para adultos, teatros, pistas deportivas, espectáculos para todas las edades, discotecas… no falta de nada. El término “ciudad flotante” es más que adecuado en algunos casos. - Oferta gastronómica.
Se suele contar con varios tipos de restaurantes y cafeterías. No es extraño toparse con un restaurante italiano, uno especializado en brunch, otro en comida asiática… todo a bordo del mismo barco. - Compras.
Sucursales de las principales compañías tienen su lugar a bordo. Si te gusta ir de compras, puedes hacerlo sin bajar de tu crucero.
Tercera razón: la comodidad de no tener que planificar
Esta dista de ser una cuestión baladí. Resulta bastante habitual que las vacaciones terminen por generar cierto estrés derivado de la planificación. ¿Qué ocurre cuando, por ejemplo, queremos realizar un tour por el norte de Italia? Debemos prestar atención a aviones, trenes, hoteles, horarios y tarifas de museos, galerías y espectáculos… y encajar todo en unos horarios tampoco es fácil.
El crucerista, en cambio, apenas ha de limitarse a subir a bordo. Hará la maleta una sola vez e irá bajando con tranquilidad (si es que le apetece) para visitar aquellas ciudades que entren en la ruta. No irá con prisas ni tendrá que preocuparse por planificar apenas ningún aspecto de su viaje.
La edad de oro de los cruceros
Para concluir, diremos que nunca ha sido mejor idea hacer un viaje en crucero, tanto por la oferta disponible como por su calidad. Por la comodidad y seguridad que ofrece este método de viaje. Y porque (no nos olvidemos) surcar los mares es toda una experiencia.