Ya sea que visites Mallorca en verano o en invierno, estás de enhorabuena, puesto que como tal vez ya sabes, aquí su clima y un sol casi constante la convierten en un lugar acogedor en donde pasar tus vacaciones de forma única, sea cual sea la época del año en la que te encuentres.
Además, en la isla abunda una belleza natural, mientras que al tiempo hay aquí también una serie de pueblos con encanto, que contribuyen a la belleza panorámica en la isla.
Y, si te encanta Mallorca pero te aburre estar siempre “varado“ en la playa, tenemos un consejo para ti, porque sabemos – creemos – que de verdad te encantará visitar los pueblos mallorquines que la isla esconde.
Todo ello gracias a que sus pequeñas y encantadoras poblaciones ofrecen una dimensión diferente al turismo mallorquín del que, parece, estamos a veces acostumbrados.
Fornalutx
El elemento natural característico de este pueblo es la piedra. Observa, nada más entrar, las fachadas de piedra, pero también sus murallas y aceras. Destaca aquí también su flora, compuesta por naranjos, limoneros y cactus.
En este pueblo también se pueden encontrar olivares, de entre los que se cuentan algunos árboles milenarios. Y es que no se trata de un pueblo cualquiera, sino que cuenta su propia vida, su vida palpitante y su bullicio, sobre todo en la Plaza de España. Aquí encontrarás numerosas cafeterías, acompañado de tiendas en donde comprar tal vez un souvenir.
Por supuesto, el pueblo cuenta también con su iglesia y restaurantes en donde comer y disfrutar de la gastronomía local.
Pollença
El pueblo se caracteriza de nuevo por sus angostas calles, y por una escalera de 365 escalones que conduce al Calvario. Además, cuenta con varios monumentos los cuáles los turistas no se cansan de admirar. Destacan entre ellos la Plaza Mayor, los Jardines de Joan March y el puente románico que cruza el arroyo – construcción que data del siglo XIX. Aquí también podremos encontrar numerosas cafeterías y una iglesia.
Valldemossa
Ya sea que eres aficionado a la música clásica, a Frederic Chopin o a ambos, este lugar te interesará especialmente. Dícese que este virtuoso del piano pasaba aquí sus inviernos, entre 1838 y 1839, en el entonces conocido como Palacio Real.
Además, es interesante saber que en pleno siglo XIV, el palacio albergó un monasterio, que aún hoy se alza en este mismo emplazamiento. Durante los meses de verano, Valldemossa es escenario de festivales y de otros eventos, algunos de los cuales tienen también lugar en este monasterio.
Deià
No muy lejos de Valldemossa se encuentra otro pueblo encantador, Deià. Este pueblo es famoso por la gran cantidad de músicos y de escritores que han vivido, actuado o simplemente se han inspirado en este bello lugar para sus famosas composiciones. Aquí encontrarás también campos de naranjos y olivos, y muchos restaurantes – en un ambiente profundamente bohemio.
Sóller
Rodeado por la Serra de Tramuntana, no se trata de un pueblo cualquiera habitado sólo por lugareños. De hecho, es un lugar bastante concurrido y frecuentado por turistas provenientes de todo el mundo.
Y, más que probablemente, el lugar más visitado aquí sea la Plaza de la Constitución, con sus cafeterías y restaurantes. Porque además de esta plaza, en donde hay también una iglesia barroca, el ayuntamiento y el Banco de Sóller hacen aquí acto de presencia.
Como dato, es bueno saber que en el pueblo hay también un mercado cubierto y un jardín botánico.
No te lo debes perder
En conclusión, si decides explorar la isla de Palma de Mallorca desde un ángulo diferente al de “sólo“ mar y playa, verás cómo hay muchas cosas interesantes y cómo viajar será una experiencia inolvidable.
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Porque viajar no es sólo relajación, sino que educa y saca las energías más positivas que llevamos dentro, ¡disfruta!